Pelea campal en aeropuerto de Santiago: Hinchas de Junior y América en el ojo del huracán

Nuevo brote de violencia entre barras bravas colombianas en Santiago de Chile

Un nuevo episodio de violencia entre hinchas colombianos se registró en el aeropuerto de Santiago de Chile, generando alarma entre las autoridades locales. Inicialmente, se pensó que los seguidores del Junior de Barranquilla se enfrentaron con barras chilenas, pero los hechos esclarecieron que la trifulca involucró a barristas de Junior y America de Cali en alianza con el DIM.

Se identificaron dos grupos de barras bravas: uno asociado con el Junior y otro, cuyo origen aún no ha sido completamente confirmado, podría estar vinculado a seguidores del Independiente Medellín o del América de Cali. La confusión se intensificó debido a la presencia de hinchas del Medellín en Chile para su partido de octavos de final de la Copa Sudamericana 2024 contra Palestino, pero las investigaciones apuntan a una creciente tensión entre las barras.

El incidente en Santiago se suma a un historial reciente de enfrentamientos entre hinchas colombianos en el extranjero. En mayo, un altercado similar involucró a seguidores del Junior y del Medellín en Lima, Perú, manchando la imagen del fútbol colombiano a nivel internacional.

La versión que señala la participación de barristas del América de Cali ha cobrado fuerza, especialmente por la gran cantidad de seguidores del equipo en la capital chilena. Este grupo, conocido como «Barón Rojo», tiene un historial de violencia con otras barras, como «Los Kuervos» de Barranquilla. Los enfrentamientos más recientes parecen estar motivados por una venganza relacionada con el robo de banderas, un hecho ocurrido menos de un año atrás.

Mientras la delegación del Junior realizaba trámites de entrada en el aeropuerto de Santiago, los enfrentamientos estallaron cuando seguidores de otro equipo colombiano irrumpieron en la terminal. La situación derivó en una batalla campal, continuando la cadena de violencia entre estas barras que, lamentablemente, parece no tener fin.