El delantero barranquillero, noveno máximo goleador de la historia del Junior con 56 tantos, habló de su paso por el equipo rojiblanco, con el que salió campeón en 2004. Logró anotar 184 goles en 16 años de carrera, obteniendo el ‘Botín de Oro’ en 2002, con 13 tantos.
El exjugador de fútbol barranquillero Orlando Ballestero para el año 2017, concedió una entrevista a un periódico local de Barranquilla, donde recordó anécdotas del equipo Tiburón, así como los momentos más destacados de su carrera.
Ballestero mencionó que su época en Junior fue muy especial y que el equipo lo marcó para siempre.
El exjugador también compartió algunas anécdotas de sus años como rojiblanco, incluyendo los difíciles viajes a la ciudad de Pasto y su ausencia en el partido de vuelta de la final del campeonato de 2004 debido a una operación. Ballestero dijo que fue muy duro para él no estar presente en ese partido, ya que sentía que le podía haber aportado mucho al equipo.
Fue un título traumático, duro. Yo jugué el partido de ida, que ganamos 3-0, pero me perdí el choque de vuelta porque me operaron de un nacido. Recuerdo que me dieron de alta ese domingo tempranito y lo primero que le dije al médico era que si me podía tomar las frías y él me dijo que sí, que no había problema. Me vi el partido en mi casa, pariendo. Cuando quedamos campeones de una me alisté y fui a recibir al equipo. Me monté en el carro de bomberos y me uní a la celebración hasta las 10 de la mañana del lunes. Fue una locura todo eso (risas).
Ballestero en entrevista concedida al Periódico El Heraldo
Ballestero destacó a Macnelly Torres como su mejor socio en el equipo Junior y recordó con humor cómo le pagaba por cada pase-gol que le daba. Macnelly Torres. »Yo hablaba mucho con él en sus inicios y le decía: mira pelao, te pago 50 mil barras por cada pase-gol que me metas… si me pones dos en un partido, te pago 100, si me pones tres, te doy 150. Y recuerdo que él me respondía: yo te los pongo, pero si te los ‘mamas’ igual me das mi plata (risas). Ese pelao hizo plata conmigo (risas)». Acotaba Orlando Ballestero
Según él, triunfar en Junior es difícil y requiere de una gran personalidad y jerarquía para aguantar la presión de la hinchada. Ballestero también mencionó el caso de Pedro Ortega, un jugador que no pudo asimilar la presión en Barranquilla y no logró triunfar en el equipo.
Sí, es difícil… muuuyyy difícil. El que no tenga pantalones, jerarquía y personalidad para aguantar la presión de la hinchada, fracasa en Barranquilla. Aquí hubo un pelao que se llamaba Pedro Ortega, un calidoso completo, jugaba demasiado, incluso más que Macnelly, y no pasó nada con él porque no logró asimilar bien la presión que se vive acá. El mismo Macnelly tuvo que salir para triunfar. Se fue para el Cúcuta.
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