En una tarde vibrante en Medellín, Junior de Barranquilla no solo ganó un partido: reafirmó su candidatura al título. El equipo de César Farías cerró la fase regular del campeonato con una victoria de peso, 2-3 frente a Atlético Nacional, y lo hizo en el mismo Atanasio Girardot, uno de los escenarios más difíciles del país. Goles de Guillermo Paiva, Jordan Barrera y Cristian Báez sellaron una actuación memorable.
Pero más allá del resultado, lo que ocurrió este domingo fue un golpe al corazón de un invicto que parecía intocable. Nacional no perdía en casa desde julio del año pasado. Fueron 28 partidos sin caer como local (21 triunfos y 7 empates). Esa fortaleza la derrumbó Junior con fútbol, carácter y mucha inteligencia táctica.
Un equipo que crece cuando más importa
El resultado en Medellín no solo suma en puntos, sino en credibilidad. Junior terminó tercero con 37 unidades, una cifra que ratifica el buen momento del equipo rojiblanco y que lo deja con viento en la camiseta de cara a los cuadrangulares. Lo más importante: la victoria llegó frente al vigente campeón y en su patio. Un dato que habla de personalidad y ambición.
Y si de campañas se trata, este semestre ya entra en la historia reciente del club. Solo en el torneo del segundo semestre de 2017, Junior había logrado más puntos en la fase todos contra todos. En cuanto al rendimiento como visitante, también hay razones para celebrar: 16 puntos fuera de casa, una de sus mejores marcas desde que se juegan torneos cortos.
Una victoria que no se mide solo con números
Más allá de estadísticas, lo de Junior en Medellín es una declaración de intenciones. El equipo supo ser eficaz, mostró equilibrio en todas sus líneas y gestionó los momentos del partido con madurez. En Barranquilla, la ilusión es real: hay plantilla, hay dirección técnica y, sobre todo, hay una convicción que se nota en la cancha.
Ganar en un estadio que llevaba casi un año sin ver a Nacional perder no es poca cosa. Y Junior lo hizo en el cierre del todos contra todos, justo antes de arrancar la etapa definitiva del campeonato. Si alguien tenía dudas, el Tiburón acaba de despejarlas todas.
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