¿Doble Rasero? Controversia por el Doble Estándar en la Programación de Partidos de Junior

La Liga de Fútbol Colombiana se encuentra en el ojo del huracán debido a su polémica programación de partidos que podría dar ventaja a los equipos bogotanos y perjudicar notoriamente a los equipos costeños, en particular al Junior de Barranquilla.

La última decisión de la Liga de Fútbol Colombiana es la programación de un partido a las 8:20 p. m. en Bogotá, un horario que ha generado críticas y preocupación en el mundo del fútbol. En este caso, el partido entre el Junior de Barranquilla y Millonarios está programado para ese horario, lo que plantea cuestionamientos sobre si esta decisión beneficia o perjudica a los equipos en competencia.

El problema radica en la marcada diferencia de condiciones climáticas entre Bogotá y la costa caribeña. Mientras que Bogotá se caracteriza por un clima más frío y su altitud, la costa caribeña, donde se encuentra Barranquilla, se caracteriza por su calor y humedad. La programación nocturna del partido en la capital colombiana a las 8:20 p. m. coloca al Junior en una posición de clara desventaja.

Históricamente, el Junior ha sabido sacar provecho de su clima caluroso y húmedo cuando juega en Barranquilla. Esta ventaja climática ha sido un elemento fundamental en el desempeño del equipo costeño. Sin embargo, cuando el Junior viaja a ciudades con climas y altitudes diferentes, como Bogotá, la historia cambia drásticamente.

El contraste entre las condiciones en Barranquilla y Bogotá es notable. La capital colombiana es conocida por su clima más frío, y la programación nocturna del partido solo profundiza la desventaja del Junior, ya que la temperatura es aún más baja en esas horas.

Esta programación nocturna en Bogotá es un claro ejemplo de la falta de adaptabilidad de la Liga de Fútbol Colombiana a las distintas condiciones geográficas y climáticas del país. La decisión de programar partidos por la noche en ciudades con climas más frescos o fríos es una clara ventaja para los equipos bogotanos y una desventaja para los equipos costeños como el Junior.

Anteriormente, los partidos se programaban en horarios más beneficiosos para los equipos costeños, como las 3:30 p. m., lo que les permitía aprovechar las altas temperaturas y la adaptación de los jugadores al calor de la costa.

Es esencial destacar que esta decisión no solo afecta a los equipos, sino también a los aficionados, ya que salir tarde del estadio en Bogotá, donde el transporte público deja de funcionar, representa un desafío para la seguridad y movilidad de la hinchada.

La programación de partidos de fútbol debería ser equitativa y considerar las diferencias climáticas y geográficas de Colombia. La Liga de Fútbol Colombiana debe revisar su enfoque en futuras programaciones para garantizar un juego justo y la igualdad de condiciones para todos los equipos, tal como lo establece la esencia del deporte.