Barras de Junior denuncian provocaciones del SMAD: ¿una chispa para nuevos enfrentamientos?

Tensión en Barranquilla: las barras de Junior y las autoridades en constante conflicto tras desmanes en Medellín

El ambiente entre las barras de Junior y las autoridades del fútbol en Barranquilla ha sido tenso desde los incidentes ocurridos en Medellín, lo que ha provocado una serie de sanciones y situaciones que generan preocupación en los hinchas organizados. La Comisión Local de Fútbol, encargada de regular la seguridad en los estadios, ha impuesto restricciones que afectan la entrada de elementos como bombos y otros artículos que las barras utilizan para apoyar al equipo, una medida que ha sido recibida con molestia por los aficionados.

Sin embargo, lo que ha incrementado la tensión no son solo las sanciones permitidas por ley, sino una serie de acciones que algunos consideran irregulares por parte de los grupos antimotines, conocidos como el SMAD. Según denuncias de algunos miembros de las barras, el comportamiento del SMAD en los últimos partidos podría estar provocando una confrontación con los hinchas, lo que ha encendido las alarmas sobre la posibilidad de que estos choques se intensifiquen.

Este medio ha recibido videos grabados tanto dentro como fuera del estadio en los que se observan enfrentamientos verbales y empujones entre los hinchas y la policía. Afortunadamente, en estos incidentes no se ha llegado a la violencia física, pero la sensación de hostilidad es evidente.

Una de las situaciones más criticadas por los barristas fue la presencia del SMAD en las tribunas durante el partido contra Pereira. Según los aficionados, el grupo antimotines, sin previo aviso, desplazó a varios hinchas de su ubicación tradicional en la zona sur del estadio, un acto que fue percibido como una provocación. Además, señalan que las autoridades pretendían ubicar a otra barra en esa misma zona, cuando ya se había acordado que debían estar en la tribuna oriental.

Este tipo de acciones, según las barras, solo contribuyen a aumentar la tensión entre los hinchas organizados y las autoridades, generando un clima de incertidumbre que amenaza con derivar en nuevos enfrentamientos en el futuro.