Video| A 43 años de la tragedia en el estadio Alfonso López durante el partido Junior vs Bucaramanga

El 11 de octubre de 1981, durante un partido entre Atlético Bucaramanga y Junior en el estadio Alfonso López, se desató una de las tragedias más recordadas del fútbol colombiano. El partido era clave para Bucaramanga, que necesitaba al menos un empate para clasificar a la siguiente fase del campeonato. Sin embargo, una polémica decisión arbitral, cuando el juez Eduardo Peña no concedió un penal a favor del equipo local, desencadenó el caos en las tribunas.

El árbitro Eduardo Peña tuvo que ser evacuado del estadio disfrazado con ropa de Atlético Bucaramanga para evitar ser reconocido.

Los aficionados, enfurecidos y en algunos casos bajo los efectos del alcohol, comenzaron a invadir el campo de juego, superando a la policía. La situación se descontroló al punto de que el ejército intervino, disparando hacia las tribunas. El saldo oficial fue de al menos cuatro muertos y más de 30 heridos, aunque algunos testigos presenciales afirman que las cifras reales podrían haber sido mayores.

Ademas, aseguraron que la escena fue desgarradora, con personas heridas en la espalda y el abdomen, algunas de las cuales fallecieron en el lugar. A pesar de la versión oficial que alegaba que el sobrecupo y el consumo de alcohol exacerbaron los ánimos, muchos creen que la respuesta militar fue desproporcionada.

Este suceso se dio en un contexto de alta militarización y represión en Colombia, marcado por el llamado Estatuto de Seguridad del gobierno de Julio César Turbay. La tragedia dejó una marca profunda en la ciudad de Bucaramanga, pero ha sido en gran parte olvidada a nivel nacional, con escasos reconocimientos públicos a las víctimas en los años posteriores

A pesar de la magnitud de la tragedia, este hecho ha sido en gran medida olvidado en la memoria histórica del país, lo que aumenta el dolor de los sobrevivientes y familiares de las víctimas​(